El juego de al-sig es uno de los juegos saharauis más conocidos. Sus elementos están formados por un cerro de arena, parecido al dorso de una mula de 60cm,  llamado (Lbrá), unos palos para practicar este juego y otros elementos como piedras, palillos o trozos de caña con los que cada equipo se mueve encima de ‘lbrá’, precisamente para sacar los elementos del otro equipo del área de competición. Las ‘sigat’ son 8 palos pequeños de una longitud que oscila entre 30 y 40 cm. y cuya cara es curvada y polícroma, mientras que el dorso es liso y de un solo color.


La ‘lbrá’ se divide en dos secciones delimitadas de manera paralela entre los dos equipos, y así se forma dos áreas atravesadas por dos líneas de puntos y hoyos, las cuales constituyen las áreas de movimiento para las piezas de al-sig. El juego de al-sig  se  basa en el principio de  que  ningún jugador de ambos equipos puede moverse encima de ‘lbra’  sin haber hecho caer  las ‘sigat’ sobre su cara o dorso. Así, empieza el movimiento entre los hoyos con destino al área del otro equipo, en función de los puntos obtenidos tras echar abajo las sigat. Obviamente, la contemplación del juego y de sus componentes revela la gran afinidad existente entre el juego y el entorno geográfico, cosa que confiere al juego mayor popularidad y valor sociales.