Se trata de un traje ancho, con dos grandes aperturas en los lados y costuras por debajo que tiene un bolsillo a la altura del pecho. Normalmente, suele ser de color blanco o azul, y se lleva debajo un pantalón bombacho, parecido a los pantalones tradicionales que se llevan en norte del país. Se confecciona con un corte de tela de casi siete metros. El cinturón con que se ciñe, llamado “al-kshaat”, suele estar suspendido a ras del suelo, se elabora de una piel suave y, tiene una abrazadera metálica llamada “al-halka”. El saharaui suele ponerse en la cabeza un turbante de color negro y cuya utilización admite varias interpretaciones. Algunos consideran que el turbante remite simbólicamente al pudor, otros ven que sirve para protegerse del calor del sol y de la inclemencia del tiempo. En algunas circunstancias, el saharaui puede ponerse dos “Darrâas”, blanca y azul, a la vez.
Es la parte más importante de la vestimenta saharaui por la diversidad de su uso y sus virtudes. El hombre sahraui utiliza Litam en más de catorce usos diferentes.
Es ante todo un tipo de quitasol que protege la cabeza contra las quemaduras del sol y las insolaciones. Puede también ser usado como litera en verano, como servilleta tras la ablución o también como venda para cubrir la herida. A veces el hombre saharaui la emplea como traba para su dromedario o como cuerda para su pellejo a la hora de sacar el agua del pozo.
Litam se usa también como cesto para llevar las compras a casa.
El conjunto de estos usos no quita nada del valor estético que este pedazo de tela muy práctico añade al aspecto del saharaui vestido con Daraa.